martes, 6 de julio de 2010

Escena de la película La teta asustada

Frente al mar

Desde la parte trasera de la camioneta de su tío, Fausta escudriña el horizonte de la hermosa costa peruana, buscando el lugar perfecto para dar sepultura al cuerpo de su madre. Ha decidido llevarla al mar, donde los muertos alivian sus cargas y lavan sus penas. Su familia la acompaña.
Al encontrar el sitio deseado, le pide a su tío que se detenga y baja. Emprende la marcha con paso firme, sobre las ondulantes dunas de arena, siempre cambiantes al capricho del viento. Lleva el cuerpo en hombros. Es un trayecto muy difícil; sus pasos dejan profundas huellas en la arena, sólo comparables a su determinación.
Llegan a la playa, donde la arena gris, casi blanca, contrasta con el azul intenso del cielo y el agua. No se ve un alma; están completamente solas ante la inmensidad del imponente paisaje, en íntima comunión con él.
La madre muerta yace sobre la arena, mientras la hija la invita a contemplar el mar. Con gran ternura le habla en quechua, la lengua sagrada de sus ancestros.


Por Irene de Santos

5 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  2. Hola Irene: Me gusta mucho "...sobre las ondulantes dunas de arena, siempre cambiantes al capricho del viento." Pero hay dos cositas que me producen bulla. La primera es que luego dices que " Es un trayecto muy díficil", eso no es redundante ya que es mujer, carga un cuerpo y camina sobre dunas de arena? Y la segunda, es cuando escribes: "Ha decidido llevarla al mar, donde los muertos alivian sus cargas y lavan sus penas" En mi opinión, es una afirmación cuestionable. Especialmente, porque es de mi interpretación que es Fauta la que alivia sus cargas y lava sus penas en el momento, no los muertos...

    Gracias y me encantó que nuevamente demostraras tu talento en narrar de una forma distinta esta escena que claramente visualizo.

    ResponderEliminar
  3. Irene, tu escena es preciosa! con el estilo que caracteriza tus escritos. No encontré nada que se pudiera mejorar. Me encantó la ternura que transmites en esa relación entre Fausta y su madre que ha sido simbiótica toda su vida.

    Se me ocurre que tal vez un comentario sobre el hecho de que el cambio interno que ha ocurrido en Fausta le hace finalmente poderse liberarse de esa relación simbiótica es lo único que yo añadiría.

    ResponderEliminar
  4. Irene escribiste esta escena con una sutileza y una suavidad en el lenguaje que se me hizo sumamente hermosa y grata la lectura. Pienso que cumple con el objetivo de mostrar una acción claramente identificable. Como apreciación personal sentí que falto mencionar a Fausta por su nombre en algún momento. Pienso al igual que Isabella que la frase donde mencionas "Ha decidido llevarla al mar, donde los muertos alivian sus cargas y lavan sus penas" es una interpretación muy personal. Pero me parecio sumamente poetico y adecuado como recurso, no me genera ruido. Gracias por compartir tan buen trabajo. Te felicito.

    ResponderEliminar
  5. Gracias por todas las cosas bonitas que tuvieron la gentileza de escribir. Lo bueno del blog es que aquí los escritores si podemos expresarnos.
    Una aclaratoria, lo de que los muertos van al mar a aliviar las cargas y lavar las penas no es una afirmación personal, lo dice en la pélícula la dueña de una funeraria y, en ese momento, Fausta hace un sutil gesto de aprobación

    ResponderEliminar