lunes, 14 de junio de 2010

Lecciones de protocolo y etiqueta.


     Dicen que es naturaleza humana Tener la vista más aguda que un águila para divisar los defectos ajenos y enceguecer ante los propios…

     Ayer me senté a observarla, era alguien desconocido para mí. Comía con avidez cualquier cosa engullible que le pasara por el frente. Se paraba constantemente a la mesa preparada para los niños con dulces, tortas, caramelos y chupetas… Se atiborraba. En servilletas de papel apiñaba pequeñas montañas de golosinas que, con poco disimulo, guardaba en su bolso.

     Algunas horas antes de llegar a la fiesta la invité a comer un “sanduchito” para no llegar a la reunión hambrienta. No sólo se negó rotundamente, diciendo en el más despectivo tono que ¡ella no comía pan!, porque las harinas engordaban, sino que mirándome de arriba abajo como si “mis kilos de más” se contagiaran, indicó que era mejor que comiera una fruta.

     Los centros de mesa, eran hermosos cilindros de acetato transparente. Rebosaban de chucherías y confeti de colores. Se rifarían al final de la fiesta, Esto era, antes de ser arruinados y desmantelados por ella: la devoradora, que con la excusa de querer complacer a algunos niños, llenaba aún más su atestada cartera.

    Intenté en vano no prestar atención, pero un sentimiento de vergüenza me invadía, por lo que tomé mi teléfono, me aislé al sumergirme en la frivolidad de las redes sociales y del chat del blackberry.

     Al poco rato se me acercó e inquisidora me dijo: “Por si acaso te interesa: se ve horrible cuando las personas usan sus teléfonos constantemente en las reuniones. Es una total falta de etiqueta que debería ser incluida en el manual de Carreño. Ya tienes cuarenta años y todavía tengo que decirte cómo debes comportarte”.

     Apagué el aparato y lo guardé en mi bolso sin decir nada.

Continué observándola… era alguien desconocido para mi… ella era mi madre.

1 comentario:

  1. El que no compartas vicios ni adicciones con tu madre no me sorprende, casi siempre es así. Pero me gusta ver cómo eres de obediente.
    NS

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