jueves, 17 de junio de 2010

Inocente semántica.

     El vagón estaba repleto. Hacía horas que sentía las piernas entumecidas y a punto de acalambrarse. Cambió de posición y se concentró en observar a los demás para distraerse de su incomodidad. Las caras del resto de las personas que viajaban con ella competían en palidez y fatiga.
     Pequeñas partículas de nieve flotaban dentro del vagón. Se escapaban del blanco y gélido paisaje exterior.
     Tenía hambre y sed, pero las enseñanzas de su madre le impedían quejarse “una dama no pierde jamás la compostura”. Tomó su barra carmín y coloreó sus labios, recordaba aquello que le habían dicho días atrás… “A donde vas, no necesitarás nada”.
     El chillido de los frenos fue repentino y muy desagradable. El tren paró. Uno de los chicos más jóvenes corrió a la pequeñísima ventana enclavada en lo alto de la pared lateral.
     - ¿Qué ves muchacho? Preguntó un hombre.
     - Una estación… creo. Dijo el chico vacilante.
     - ¿Tiene algún nombre?
     Era un idioma distinto al de su Hungría natal. Le costaba mucho descifrar y pronunciar aquel alfabeto tan diferente al suyo.
     - A… USCH… WITZ. Balbuceó inocente.



3 comentarios:

  1. Hace un par de días vi una película llamada fateless… Aún cuando no era la escena más espeluznante del film, me conmovió inmensamente y quise practicar mi escritura de escenas… No resalté lo espantoso del cuadro general para lograr sorprender al lector con el final.

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  2. ¡Me gusta!. Pero que tal si le eliminas la palabra "inocente" al final. Creo que ádquiriría más fuerza. Besos

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  3. El tema de el genocidio judío es siempre conmovedor.
    Se percibe un personaje femenino, de clase media alta, pero no lo vi. Se ve perfectamente el ambiente, no sé si es porque he visto películas donde se repite esta escena. están bien utilizados los diálogos.
    Me gustó,
    NS

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