miércoles, 26 de enero de 2011

Susana

A las cinco de la madrugada los despertó un golpe proveniente del estacionamiento, un grito destemplado y una voz que destilaba pánico.
Se asomaron a la ventana y vieron el frágil cuerpo de Susana boca abajo sobre el techo de la camioneta, y a la conserje con los brazos extendidos queriendo alcanzarla.
Susanita hacía un mes estrenaba colegio con la inseguridad y la timidez que la aquejaban. Este viernes había recibido su boleta con bajas calificaciones y sola, sin amigas para compartir su pena, la escondió en su morral.

En el velorio, el psiquiatra le comentó a su esposa:
- La gente no comprende la vulnerabilidad del adolescente, ahí están las cifras de suicidio, hablan por sí mismas.

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