Amanda siempre ha sido una niña alegre y obediente. Pero la muerte de su madre, ocurrida hace apenas un mes, la ha hecho cambiar.
Es el sujeto perfecto. Estoy segura que su tristeza ayudará a mi propósito. Le susurro al oído. Creo que la convenzo de poner fin a su tristeza y soledad.
Amanda entra a la habitación de su madre y cierra la puerta. Camina hacia la mesa de noche. Ve el frasco de pastillas que su mamá solía usar para dormir. Se sirve un vaso de agu y entre sorbo y sorbo, ingiere las pastillas. Una, dos. Veinte, veinticinco.
La llamo. Y obediente, la niña se recuesta en la cama de su madre. He cumplido con mi tarea. Me llevo otra alma. Esta vez por voluntad propia.
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Autora: Jeanette Salvatierra
domingo, 30 de enero de 2011
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El punto de vita de Joe Black!!!! me encantó!
ResponderEliminar¿Qué te encantó? Joe Black o el relato. A mi me encantan ambos
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